domingo, 20 de mayo de 2012

El mono gramático (Libro recomendado)


Hoy he terminado de leer El Mono Gramático de Octavio Paz.

“La poesía nos alimenta y nos aniquila, nos da la palabra y nos condena al silencio”―Octavio Paz.

El punto de partida de El mono gramático es una visión hacia el lenguaje, en las capacidades analógicas del mismo frente a la realidad, y se traduce por distintas dificultades expresivas. Así el texto se nutre de metáfora y analogías en donde una enramada es la escritura misma.

En esta obra Paz describe un paisaje, un camino que lleva a sí mismo; sin un comienzo, sin un final. Un circuito que se encuentra a sí mismo, que va y regresa, en donde el camino de Galta puede ser cualquier sitio, cualquier persona o cosa y sin embargo cada uno de estos escenarios se traduce en un redescubrimiento del lenguaje y la poesía, en un camino que es escritura.

Este camino de Galta crea un recorrido conceptual que se entrega en analogías que van al encuentro de la palabra poética y la relación entre la escritura y la lectura.

“El poeta no es el que nombra las cosas, sino el que disuelve sus nombres, el que describe que las cosas no tienen nombre y que los nombres con que las llamamos no son suyos” ― Octavio Paz

Con esa idea sobre el poeta, Paz nos dice que la única forma de disminuir la distancia entre la naturaleza y el lenguaje es creando poesía.

Una de las analogías estructurales de El mono Gramático es la que corresponde a la imagen  de la escritura como camino. Entre sus personajes se encuentran: Hanuman (divinidad simiesca de la mitología hindú relacionado con la gramática), el poeta, Esplendor (la presencia femenina, un poema que se vuelve un cuerpo desnudo) y la Poesía.

La poesía es la revelación del amor. Es evidente la carga erótica y el desborde de sensualidad y franca sexualidad contenida en esta narración, nos muestra de manera metafórica la relación que ve el autor (Octavio Paz) entre el poema y el cuerpo femenino. No hay forma de acceder al poema sino es por la descomposición del lenguaje. Asimismo no hay forma de acceder al cuerpo si no es por la exploración de sus partes.

Hay un personaje que en particular llama mi atención, es un niño deforme con un hueco en la mejilla que provoca que su forma de hablar sea incomprensible ya que a través de ese orificio genera silbidos, lo cual no es una desventaja, ya que a partir de esta situación, el niño es un poeta que deforma el lenguaje para crear uno nuevo; el lenguaje poético.

“Hablaba sin parar. Aunque subrayaba con las manos y los gestos su imperioso deseo de ser escuchado, era imposible comprenderlo porque, cada vez que articulaba una palabra, el agujero aquel emitía silbidos y resoplidos que desfiguraban su discurso. Pronto lo vimos rodeado por un grupo que celebraba sus trabalenguas y travesuras verbales. Descubrimos que su locuacidad no era desinteresada: no era un mendigo sino un poeta que jugaba con las deformaciones y descomposiciones de la palabra” ― Octavio Paz

En fin… esta es solo mi particular mirada de esta lectura tan interesante como todo lo escrito por Octavio Paz, solo me queda decirte que es un libro que vale la pena leer.

Addy Molina


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