Cómo leemos el Quijote
José Rubén Romero
Recién leí "Cómo leemos el Quijote" y me emocionó identificarme en alguna de sus etapas.
En esta lectura te encuentras de cara con las reflexiones de José Rubén Romero en torno a Cómo leemos el Quijote: y seguro que en alguno de esos momentos habrás de encontrarte al igual que yo lo he hecho.
Estas reflexiones me llevaron a recordar la primera vez que leí el Quijote, cuando contaba menos de 15 años y ahora me han dado ganas de volver a leerlo y encontrar en su lectura, quizá algo parecido a la sensación que nos describe José Rubén para cada etapa de la vida, con una gran sencillez de lenguaje y claridad de estilo.
Las naciones y los individuos, en la constitución de nuestro ser, llevamos interiormente ambos personajes cervantinos, que contemporizan uno con el otro para poder vivir. Nuestro Quijote interior moraliza, dirige y norma los actos del alma, al mismo tiempo que Sancho procura el sostenimiento del cuerpo. Don Quijote y Sancho son indisolubles, aun en las representaciones de la cultura humana.
Una y otra vez repasemos el Quijote, volvamos a leerlo con la emoción renovada de todas las épocas: riendo, como cuando éramos niños; soñando, como cuando fuimos jóvenes; pensando y llorando como cuando somos viejos... -Rubén Romero
Sin duda, es una lectura que no puedes dejar pasar, pero mucho menos, puedes dejar de leer la magnífica obra que ha sido la inspiración para tan acertadas reflexiones "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha"
Son muy airosas las plumas que lucen en los chambergos, pero una sola, la que sirve de espada a la inteligencia, vale por todos los pavos reales que menosprecian el mérito de un buen escritor.- Rubén Romero